Shunga Sorprende a tu pareja con esta pintura corporal comestible que Shunga ha creado para el cuerpo, con un delicioso sabor elaborado con ingredientes de primera calidad. El cava y las fresas son afrodisíacos... Más aún si creas dibujos con ella sobre la piel de tu amante y la saboreas después. Al extenderla sobre la piel, la deja sedosa, sin mancharla y sin colorantes artificiales. No es pegajosa y podrás disfrutar plenamente del rico sabor del cava y las fresas en la piel de esa persona especial. Incluye un pincel para que los amantes puedan dar rienda suelta a su creatividad y luego saborearla, se usa en todo el cuerpo y en las zonas erógenas. Esta deliciosa y sofisticada pintura corporal comestible Shunga viene acompañada de un travieso pincel con el que dar rienda suelta a tu creatividad. Escribe poemas o mensajes de amor, dibuja corazones o estrellas, traza las letras de tu nombre... y luego disfruta de un doble festín: la exquisita sensualidad del chocolate y el cuerpo deseado de tu amante.
Shunga es líder mundial en cosmética erótica, sus ingredientes naturales fusionados con principios activos consiguen grandes resultados.
Adentrarse en el mundo erótico de Shunga es como viajar al pasado. Traducido literalmente, Shunga significa «imagen de primavera», una forma sutil de referirse a las «relaciones sexuales» entre personas.
Esta palabra se utilizaba para designar las pinturas eróticas japonesas de los siglos XVI, XVII y XVIII, un tipo llamado ukiyo-e, que no eran más que obras sobre madera o pergamino con escenas sensuales y episodios de amor carnal, realizadas siempre con mucho cuidado y buen gusto.
El arte Shunga, aunque oculto durante siglos, marcó el inicio de la industria pornográfica para la clase media japonesa y sirvió durante generaciones como educación para los hijos e hijas de muchas familias.
